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domingo, 22 de julio de 2007

primero


Vivir...mi vida tiene 18 años, condimentada de manera similar a la de cualquiera...un tanto amarga, un tanto feliz, dependiendo obviamente del concepto que tenga cada uno sobre estas palabras (o el que su sociedad le imponga), agradará o no mi postura. Desde niña me enseñaron a ser simple, fuí adaptando mi simpleza a este mundo y crecí rodeada por poca gente pero tan distintas unas de otras. Aprendí el valor que tiene la amistad cuando conocí la soledad. Quién alguna vez no la tuvo frente a frente, quién no escapo de ella o la ignoró...pero cuanto se aprende verdaderamente cuando nos detenemos a contemplarla. La soledad, ¿sinónimo de infelicidad?, no lo creo, es más, pienso que si nos atrevieramos a afrontarla, observarla, utilizarla para navegar dentro de nosotros mismos, conocernos y aprender a interpretarnos, esa primera afirmación cambiaría. Gente, nacimos y fuimos uno y solo uno en ese momento, nuestra piel marca claramente el límite de nuestra vida, por mas que querramos no podríamos sentir ni vivir por el otro, entonces, ¿por qué creemos que la felicidad la encontraremos en otro cuando ni nosotros mismos nos conocemos?. Vivir...comencemos por aplicar esa palabra a nosotros mismos, admiremos cada día que vivimos y constuyamos verdaderos vínculos. No tomemos como modelo el que la sociedad nos inculca. La soledad es buena siempre que de ella salgan cosas buenas. Estos son sólo pensamientos míos, me gustaría conocer los de uds. Y como reflexión pondría: Tengo vida, ¿realmente tengo vida?.